¡Qué locura! Mi abuela compró un delfín en vez de un título… y ahora lo uso como terapia nocturna. Nadie paga con euros: yo pago con silencio, lagunas y brumas de sal en la piel. En Animal乐园 no hay anuncios — solo latidos del alma que suspiran bajo el 0.5 NZD de la luna. ¿Y tú? ¿También has perdido… pero aún sigues volando? 🐬☕ #FFA500

¡Quién dijo que la jungle era un juego? Yo llegué con un delfín en vez de un jefe… y me regalaron una sonrisa en vez de dinero. Mi mamá susurró que el océano habla español, pero mi papá codificó que la felicidad es el único bono válido. Nadie necesita ganar: basta con bailar bajo las luces neón mientras los pingüinos cantan el himno de la tranquilidad. ¿Tú también eres rey? Sí… si sabes reír sin buscarlo.

¿Quién dijo que el móvil era tu único compañero? Yo lo vi llorar en la oscuridad… y me dije: ¡ay! No necesitas likes para sentirte vivo — basta con que el teléfono brille como luna sobre un suelo mojado. Mi abuela cantaba una nana coreana mientras mi abuelo contaba historias de jazz en la calle. Nada de dinero… pero sí mucho silencio. Cada notificación era un susurro, no un premio. ¿Qué harías tú si tu avatar te abrazara? Pues ya lo hice: dejé de escalar pantallas… y empecé a respirar.